martes, 2 de julio de 2013

EL CAMINO HACIA LA VIDA


Miro por la ventana. Un tenue brillo solar deslumbra mis ojos, pero ilumina mi corazón. Siente ganas de andar, de emprender un camino. El camino de la vida. No conozco el destino y, sin embargo, no tengo miedo. Alguien por el que siento un profundo aprecio nos dejó este mensaje para quienes estamos decididos a emprender el camino de la vida.

“Días duros y amargas noches pueden todavía quedar por delante para cada uno de nosotros, y para la humanidad en su conjunto, antes de que venzamos a las actuales fuerzas de la desintegración. Pero  en todo el mundo  hay un tenue brillo de color en las ramas más altas, el brillo de los brotes que anuncian, a pesar de las heladas y las tormentas por venir, la llegada de la primavera: signos de vida, signos de integración, signos de una más profunda fe para vivir y de una próxima renovación general de la humanidad. El día y la hora estarán a la mano cuando nuestros propósitos individuales y nuestros ideales, reforzados por los de nuestros prójimos, se unan en un nuevo drama de la vida que servirán a otros hombres como nos sirven a nosotros. El camino que debemos seguir está inédito y cargado de dificultades; éste pondrá a prueba al máximo nuestra fe y nuestros poderes. Pero este es el camino hacia la vida y aquellos que lo sigan triunfarán”. Lewis Mumford, “La conducta de la vida”, 1952.

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