miércoles, 12 de junio de 2013

HACIA EL SER HUMANO UNIFICADO

Visto desde una perspectiva más amplia, lo que esta ocurriendo en distintos puntos del mundo como el incremento de los radicalismos es un resultado más de un proceso inevitable: la aparición de un ser humano unificado y una nueva cultura mundial. Algunos se resisten de forma violenta y fanática a este proceso. Se muestran contrarios a asimilar los aportes de las demás culturas. No se dan cuenta de que pertenecer a una sola religión o una sola profesión sin un ápice o mezcla del mundo de más allá le impide participar en esta imparable transformación del ser humano. Todas las culturas y religiones del pasado pasaron por un momento crítico de integración. El cristianismo dió cabida a mitos persas y egipcios, a la filosofía griega y la organización romana, así como el Islam admitió las enseñanzas de Moisés, Zoroastro y Jesús. Ahora nos toca alcanzar una integración mayor, quizás la definitiva. Como decía Mumford en "su integridad misma, el hombre y mujer del Mundo Único parecerá ideológica y culturalmente desnudo, casi inidentificable. Será como los santos jainista de la antigüedad, que estaban "recubiertos de espacio" y su desnudez será señal de que no pertenece a ninguna nación, grupo, oficio, secta, escuela ni comunidad. Quien llegue al plano de la cultura mundial, se sentirá a gusto en cualquier parte de esa cultura, en su mundo interior no menos que en su mundo exterior. Todo lo que haga, o sienta, o construya llevará la marca de ser más vasto que ha hecho suyo".


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