lunes, 3 de diciembre de 2012

Hace unos días, en un debate radiofónico mi contertulio me llamó utópico por defender cosas como la democracia inclusiva o una economía de corte humanista. Y mi respuesta fue: “ las utopías mueven el mundo”. En la corte del déspota Enrique VIII floreció una de las personalidades más completas que ha dado la humanidad: Tomás Moro. Este pensador ha pasado a la historia por una obra que precisament...
e se llama “Utopía”, que constituye un verdadero tratado de innovación política. Entre sus propuestas, disfrazadas de ficción, se incluían: la posesión común de la propiedad, la unión más íntima de la ciudad y el campo, la estabilización de la población, la provisión de la seguridad económica, la transformación de una economía monetaria en un orden económico planeado, con una jornada de seis horas, participación en todo el trabajo y provisión para el cuidado de los ancianos. En su utopía no había necesidad de abogados ni necesidad de litigios. El amor al oro era deliberadamente ridiculizado por el empleo de este metal exclusivamente para la manufactura de bacines. Su crítica al Estado era brutal: “Qué es el Estado sino una conspiración de los ricos que aspiran a su propio provecho bajo el nombre y título de la comunidad?. Así que si alguna vez os llaman utópicos decir: “Y a mucho honra”.
 
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario